miércoles, 11 de mayo de 2011

JUNIO


16 DE JUNIO
Jamás me había yo sentido tan ágil; apenas era ya un hombre. ¡Tener entre los brazos a la más encantadora de las criaturas; volar con ella como en un torbellino presagia la tempestad; ver paras todo, eclipsarse todo en torno de uno! ¡Sentir…! ¡Oh amigo mío! Para ser franco te diré que hice entonces el juramento de no permitir jamás que una mujer que yo amase y sobre la cual tuviese algún derecho valsara con más hombre que conmigo, ¡aunque para impedirlo tuviera que perecer mil veces! Espero que me comprendas.


19 DE JUNIO
Desde ese día, el Sol, la Luna, las estrellas pueden salir y ponerse cuando y como quieran, pues yo ya no sé cuándo es de día ni de noche, cuándo hace Sol o hace Luna, pues para mí ha desaparecido el universo entero.


21 DE JUNIO
Mis días son tan felices como los que Dios reserva y hace gozar a sus elegidos; sucédame lo que quiera, ya por lo menos no podré decir que no he conocido el gozo y la alegría más puros de la vida.

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