¡Cuántas
veces he quedado aplastado durante horas, en un rincón del taller, después de
leer una noticia en la sección policial! Pero la verdad es que no siempre lo
más vergonzoso de la raza humana aparece allí; hasta cierto punto, los
criminales son gente más limpia, más inofensiva; esta afirmación no la hago
porque yo mismo haya matado a un ser humano: es una honesta y profunda
convicción. ¿Un individuo es pernicioso? Pues se lo liquida y se acabó. Eso es
lo que yo llamo una buena acción.
Piensen cuánto peor es para la sociedad que ese individuo siga destilando su
veneno y que en vez de eliminarlo se quiera contrarrestar su acción recurriendo
a anónimos, maledicencia y otras bajezas semejantes. En lo que a mí se refiere,
debo confesar que ahora lamento no haber aprovechado mejor el tiempo de mi
libertad, liquidando a seis o siete tipos que conozco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario