miércoles, 30 de marzo de 2011

FOLCLORE EXTRATERRESTRE

Pero les daré unas pistas de las comunicaciones más habituales sobre ovnis que se han comprobado y de los que sabemos de qué se trata:

La Luna. Se podría pensar que es imposible que alguien pueda confundir la Luna con una nave espacial extraterrestre, pero hay muchos casos en los que no sólo ha sido así sino que, según el informante, la Luna lo ha seguido en incluso acosado.

Auroras boreales; estrellas brillantes; planetas brillantes, especialmente en condiciones meteorológicas poco convencionales; vuelos de insectos luminiscentes; niebla baja, un automóvil subiendo una montaña con los faros moviéndose rápidamente a través de la niebla; globos sonda meteorológicos.

Hubo un caso famoso en que una luciérnaga quedó atrapada entre dos cristales en la ventada de la cabina de un avión y los pilotos, por radio, explicaron los fantásticos giros en ángulo recto que aquella luz describía, cómo desafiaba las leyes de la inercia, y a velocidades que estimaban fantásticas. Lo imaginaban a gran distancia cuando lo tenían delante de la nariz.

Nubes noctilucientes y lenticulares, nubes en forma de lente, aviones convencionales con luces poco convencionales. Aviones poco convencionales.

Después hay una inmensa categoría de fraudes. En cuanto la gente se dio cuenta de que informando de haber visto un ovni su nombre salía en el periódico, se empezaron a declarar muchos más casos de avistamientos de ovnis que antes, y algunos lo hacían como diversión, pero otros no. Un caso famoso fue el de una serie de bolsas de plástico de lavandería colocadas de manera que formaban una capucha alrededor de varias velas y que se elevaron como pequeños globos de aire caliente. Esta tecnología tan primitiva llevó a cientos de personas a comunicar que habían visto ovnis que hacían maniobras, según decían, imposibles. Es decir, hay fraude, más algunas malas interpretaciones o comunicaciones sesgadas, y el resultado es algo extraordinariamente raro, pero se trataba sólo de luces que se movían de manera extraña. Ésta es una de las razones por las que un simple movimiento de luces es insuficiente.

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También hay casos, y Adamski fue uno de ellos, en que la gente no sólo fotografía y ve ovnis, sino que también recibe saludos de sus ocupantes e incluso invitaciones para subir a bordo. Es útil analizar algunos de los casos en retrospectiva. Por ejemplo, Adamski fue transportado al planeta Venus, donde las condiciones eran muy parecidas a las del Edén. Los extraterrestres hablaban melosamente, paseaban entre riachuelos y flores, llevaban largas túnicas blancas y pronunciaban alentadoras homilías religiosas.

Ahora sabemos que la temperatura de la superficie de Venus es de 480°C. La presión en superficie es de noventa veces la de esta sala. La atmósfera contiene ácido clorhídrico, ácido fluorhídrico y ácido sulfúrico. Por lo tanto, las largas túnicas blancas estarían cuando menos hechas jirones. En retrospectiva, podemos ver que algo falla en la historia. A lo mejor sólo se equivocó de planeta. Pero uno se queda con la clara impresión de que el relato de Adamski era pura invención.

Es digno de mención que en todo ese millón de casos no haya ni un solo ejemplo de prueba material que soporte siquiera el escrutinio más superficial. Nadie retiró ninguna pieza de la nave espacial con una navaja y la puso en un sobre para llevarla al laboratorio y ver si estaba hecha de alguna extraña aleación. Ninguna fotografía del interior de la nace o de los extraterrestres, ni una página del diario de vuelo del capitán. Sea como sea, en todos los casos no hay ni un solo ejemplo de prueba física concreta. Y mantengo que eso sugiere que estamos delante de una combinación de sicopatología y de fraude consciente combinados con una mala interpretación de fenómenos naturales, pero que en ningún caso es lo que alegan quienes dicen ver ovnis.

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A veces se dice que la gente que aborda con escepticismo el tema de los ovnis o de los antiguos astronautas, o también algunos tipos de religión revelada, tiene prejuicios. Yo mantengo que no es un prejuicio, sino un posjuicio, es decir, no es un juicio hecho antes de examinar la prueba sino después.

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La obra definitiva sobre los milagros fue escrita por un célebre filósofo escocés, David Hume. En su libro Investigación sobre el conocimiento humano, y en un famoso capítulo titulado “De los milagros”, Hume analiza un caso un poco aunque no significativamente diferente.

Cuando alguien me dice que ha visto volver a la vida a un muerto, inmediatamente me pregunto qué es más probable: que esta persona me engañe, que se engañe a sí misma o que el hecho que relata haya sucedido realmente. Comparo un milagro con otro y, según la superioridad que descubro, me pronuncio. Siempre rechazo el milagro mayor. Si la falsedad de este testimonio fuera más milagrosa que el acontecimiento que relata, entonces y no antes, podría contar con mi convencimiento u opinión.

Y otra manera de expresarlo de la de Thomas Paine, uno de los héroes de la Revolución Americana, que esencialmente parafrasea a Hume. Dice: “¿Qué es más probable: que la naturaleza salga de su curso o que un hombre cuente una mentira?”

Lo que se dice aquí es que el mero testimonio visual es insuficiente si lo que se cuenta es muy extraordinario. Paine sigue diciendo:

En nuestros tiempos, nunca hemos visto que la naturaleza se salga de su curso. Pero tenemos buenas razones para creer que se han dicho millones de mentiras en el mismo tiempo. En consecuencia, la probabilidad de que el comunicante de un milagro diga una mentira es, al menos, de unos millones a una.

domingo, 27 de marzo de 2011

INTELIGENCIA EXTRATERRESTRE

Supongo que un epigrama bueno para este tema es la siguiente frase de John Adam, segundo presidente de Estados Unidos, aunque mucho antes de llegar a serlo. Como abogado, defendió a los soldados británicos que fueron juzgados en los procesos de la Matanza de Boston, en diciembre de 1770, y no lo hizo porque estuviera a favor de la causa británica; no lo estaba. Defendió a aquellos quienes se oponía porque creía que, por encima de cualquier consideración, debía buscarse que sean nuestros deseos, nuestras inclinaciones, o los dictados de nuestras pasiones, no pueden alterar la condición de los hechos y las pruebas.

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¿Por qué tenemos diez dedos? Porque hemos evolucionado de un pez devoniano que tenía diez falanges en su aleta. Si hubiéramos evolucionado de un pez devónico con doce falanges, tendríamos una aritmética de base doce y la aritmética de base diez sólo sería considerada por los matemáticos.

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¿Y sobre la religión? ¿Qué decir de la idea de que estamos hechos a imagen y semejanza de dios? ¿Es también un fracaso de la imaginación? ¿Qué queremos decir cuando decimos que estamos hechos a imagen de dios? ¿Pensamos, por ejemplo, que dios tiene orificios nasales y respira? Si es así, ¿qué respira? ¿Aire? ¿Dónde está el aire? ¿Aire con oxígeno? Ningún otro planeta del Sistema Solar tiene oxígeno salvo la Tierra. ¿Por qué circunscribir a dios a algunos sitios? ¿Para qué necesita orificios nasales? ¿Y ombligo? ¿Tiene dios ombligo? ¿Y tiene pelo? ¿Y un apéndice vermiforme? ¿Tiene dedos en los pies? Los dedos de los pies son claramente el resultado de la vida de nuestros antepasados en el bosque alto, balanceándose de rama en rama. Es muy bueno tener cuatro extremidades que puedan agarrarse a los árboles. No tuvimos dedos de los pies hasta ese momento concreto de transición. El dedo gordo es bueno para el equilibrio; el pequeño no sirve prácticamente para nada. Es sólo un accidente evolutivo. ¿El apéndice vermiforme? Igualmente inútil. Van camino a desaparecer.

viernes, 25 de marzo de 2011

EL UNIVERSO ORGÁNICO

Una manera de decirlo sería, supongamos, que nuestro padre o madre –digamos el padre para pensar en alguien concreto-, entrara en esta habitación andando a un ritmo humano ordinario, y supongamos que, justo detrás de él, viniera su padre, y justo detrás de éste su propio padre. ¿Cuánto tiempo tendríamos que esperar paraqué el antepasado que entrase por la puerta fuera una criatura que anduviese con normalidad sobre cuatro patas? La respuesta es una semana. El desfile de antepasados caminando al ritmo ordinario duraría una semana hasta llegar a una cuadrúpedo.

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Así pues, con insignificantes excepciones, todos los organismos de la Tierra recurren a un tipo de molécula particular, llamada proteína, como catalizador o enzima para controlar el grado de funcionamiento y la dirección de la química de la vida. Todos los organismos de la Tierra emplean un tipo de molécula llamada ácido nucleico para codificar la información hereditaria y reproducirla en la siguiente generación. Todos los organismos de la Tierra proseen un libro de códigos idénticos para traducir el lenguaje del ácido nucleico al lenguaje de la proteína y, aunque hay algunas diferencias evidentes entre, digamos, el moho y yo, en lo esencial, estamos muy emparentados. La lección es: no hay que juzgar por la apariencia. Desde el punto de vista molecular, todos somos prácticamente idénticos.

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La idea de la materia orgánica extraterrestre es importante no sólo por esta razón sino también porque nos diría algo relevante, al menos sobre la probabilidad de vida extraterrestre. Si resulta que no hay signos de moléculas orgánicas en ninguna parte, o que éstas son extremadamente raras, eso podría llevarnos a la conclusión de que la vida en otra parte es extremadamente rara. Pero si encontramos el universo floreciente y desbordante de materia orgánica, entonces al menos este requisito previo para la vida extraterrestre quedaría cumplido.

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Una muy firme y dramática declaración de este tipo la han hecho los astrónomos Fred Hoyle y N. C. Wickramasnighe. Y su frase, después de un cálculo en este sentido, dice algo así como:
“Se dice que es tan probable que el origen de la vida pueda darse espontáneamente por interacción molecular en el océano primitivo como que un torbellino de viento produjese espontáneamente un Boeing 747 a partir de un depósito de chatarra”.

jueves, 24 de marzo de 2011

NATURALEZA Y MARAVILLA: UN RECONOCIMIENTO DEL CIELO

Thomas Wright, que escribió: “En cuanto a lo que decís acerca de que he dejado mi propia morada fuera de mi esquema del universo, después de viajar tan lejos hacia el infinito como para perder la visión de la Tierra, creo que debo contestar como hizo Aristóteles cuando Alejandro, mirando el mapa del mundo, le preguntó por la ciudad de Macedonia. Se cuenta que el filósofo le dijo al príncipe que el sitio que buscaba era demasiado pequeño para prestarle atención y que había sido omitido con motivo. El Sistema Solar –prosigue Wright-, comparado con una diminuta parte de la creación visible es sólo una pequeña porción del universo conocido, por lo que en una panorámica tan limitada de la inmensidad del espacio, el lugar que ocupa la Tierra creo que es de muy escasa consecuencia”.

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Muchas religiones han intentado hacer grandes estatuas de sus dioses, con la idea, supongo, de hacernos sentir pequeños a nosotros. Pero, si éste era su objetivo, ya pueden quedarse sus míseros íconos. Para sentirnos pequeños basta con que levantemos la mirada.

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Como ha señalado Ann Druyan, un creador inmortal es por definición un dios cruel, porque él, que nunca tiene que enfrentarse al temor de la muerte, crea en cambio innumerables criaturas que sí tienen que hacerlo. ¿Por qué hacer algo así? Si él es omnisciente, podría ser más amable y crear seres inmortales, protegidos del peligro de la muerte. Sin embargo, crea un universo en el que muchas de sus partes, quizás la totalidad del mismo, mueren.

[…]

Permítanme leer un pasaje de Thomas Paige, de The Age of Reason [La Edad de la Razón]. “¿De dónde –pregunta Paine-, de dónde pudo surgir la soberbia y extraña presunción de que el Todopoderoso, que tenía millones de mundos dependientes por igual de sus protección, pudiera desentenderse de todos los demás y venir a morir al nuestro porque, dicen, un hombre y una mujer comieron una manzana? Y, por otro lado, ¿debemos suponer que todos los mundos de la ilimitada creación tuvieron una Eva, una manzana, una serpiente y un redentor?”

Lo que Paine está diciendo es que nuestra teología está centrada en la Tierra y atañe sólo a un pequeño trozo de espacio; y que, cuando damos un paso atrás y alcanzamos una perspectiva cósmica más amplia, nuestro mundo en realidad es insignificante. Y, desde mi punto de vista, hay además un problema general que afecta a gran parte de la teología occidental, y es que el dios retratado es demasiado pequeño. Se trata del dios de un mundo diminuto y no el dios de una galaxia, menos aún de un universo.

martes, 22 de marzo de 2011

UN NUEVO YO

¡Con que ligereza escribí entonces esas líneas! O más bien, con qué confianza en mí mismo, con qué esperanza inquebrantable. ¿Dudaba en lo más mínimo de mí? Han pasado dieciocho meses y me he hallado en un nivel mucho más bajo que el de un mendigo. ¿Qué me importa? ¡Me tiene sin cuidado! ¡He causado mi propia pérdida! Además, ninguna comparación es posible y es inútil predicarse a sí mismo la moral. ¡No hay nada tan absurdo como la moral en semejantes momentos! La gente satisfechas de sí mismas, ¡con qué orgullosa satisfacción están dispuestas a decretar sus decisiones! Si comprendiesen hasta qué punto comprendo yo mismo la ignominia de mi situación actual, no tendrían seguramente valor para sermonearme. ¿Pero, qué pueden decirme que yo no sepa? El hecho es que todo puede cambiar con una sola vuelta de la rueda y entonces los mismos moralistas serán los primeros –estoy seguro- en felicitarme con amistosas bromas. Y no se separarán todos de mí como ahora. ¡Qué se vayan todos al diablo! ¿Qué soy ahora? Un cero. ¿Qué puedo ser mañana? ¡Mañana puedo resucitar de entre los muertos, comenzar una vida nueva! Puedo descubrir en mí al hombre, mientras se halle en mí todavía.

domingo, 20 de marzo de 2011

¿NO HABRÉ PERDIDO LA CABEZA?

He estado casi un mes sin continuar estas notas, comenzadas bajo la influencia de impresiones  desordenadas, pero fuertes.

La catástrofe cuya inminencia preveía se ha desencadenado, en efecto, pero cien veces más brusca y más inesperada de lo que creía.

Fue algo extraño, tumultuoso, incluso trágico, al menos en lo que a mí se refiere. Han ocurrido algunas aventuras casi milagrosas. Al menos las considero así hasta el momento actual, aunque, desde otro punto de vista, y sobre todo, juzgando según el torbellino en que giraba entonces, sean a lo más un poco excepcionales. Pero lo que me parece más milagroso es el modo como me he comportado respecto a esos acontecimientos. ¡No consigo todavía entenderlos!

Todo eso ha pasado como un sueño –incluso mi pasión. Sin embargo, era una pasión fuerte y sincera…, pero ¿qué ha sido de ella? No queda nada, hasta el punto que algunas veces se me ocurre la siguiente idea: “¿No habré perdido la cabeza y pasado todo este periodo en un asilo de alienados? Quizás me hallo en él todavía de modo que ‘todo eso no existe y continua no existiendo’, no es más que una ilusión…”

He reñido y releído mis cuartillas –quien sabe, tal vez para convencerme que no las he escrito en un manicomio-. Ahora estoy completamente solo. El otoño se acerca, las hojas amarillean. Permanezco en esa melancólica y pequeña ciudad -¡qué tristes son las pequeñas ciudades alemanas!- y en lugar de reflexionar en lo que conviene hacer, vivo bajo la influencia de sensaciones apenas abolidas, de sensaciones recientes, de la ráfaga que me ha llevado y me ha dejado de lado como un resto de naufragio.

Me parece, algunas veces, que continúo siendo el juguete de esta ráfaga, y que, de un momento a otro, la misma tempestad me llevará en su ala rápida, que voy a perder el equilibrio, el sentido de la medida, y girar, girar, indefinidamente…

sábado, 19 de marzo de 2011

ERES LO QUE DESEO

Si no fuese el pensamiento de Paulina me entregaría sencillamente al interés cómico del desenlace próximo y me reiría a carcajadas. Pero Paulina me turba. Se decide su suerte. Sin embargo, y lo lamento, no es solamente su suerte lo que me inquieta. Quiero penetrar sus secretos, desearía que viniese a mí y me dijese: "Te amo". Si no es así, si eso no es una locura irrealizable... ¿Qué desear entonces? ¿Sé, verdaderamente, lo que deseo? Me hallo como perdido, me bastaría estar cerca de ella, en su aureola, en su irradiación, eternamente, siempre, toda mi vida. No sé nada más. ¿Puedo abandonarla?

jueves, 17 de marzo de 2011

ASÍ ES ELLA

No puedo comprender lo que es esa mujer. Es bonita, sí, es bonita según parece. Hace perder la cabeza a los demás. Es alta y esbelta, pero muy delgada. Tengo la impresión de que se podría hacer con ella un paquete y doblarla por la mitad. La huella de su pie es larga y estrecha. -Obsesionante-. Positivamente obsesionante. Tiene los cabellos de un tono rojizo, verdaderos ojos de gata. ¡Pero qué orgullo, qué arrogancia en la mirada!

miércoles, 16 de marzo de 2011

YO TE AMO A MI MANERA

Sepa que es peligroso que nos paseemos juntos, he experimentado muchas veces deseos de pegarle, de desfigurarla, de estrangularla. ¿Se cree usted que no me atrevería? Usted me hace perder la razón. ¿Temeré el escándalo? ¿Su mismo enfado? ¡Qué me importa! Yo la amo sin esperanzas y sé que luego la amaría mucho más. Si yo la mato deberé también matarme. Pues bien, me mataré lo más tarde posible a fin de sentir sin usted ese dolor intolerable. ¿Quiere saber una cosa increíble? Yo la amo cada día más, lo que es casi imposible. ¿Y después de esto quiere usted que no sea fatalista? Recuerde usted lo que le murmuré anteayer, en Schlangenberg, cuando usted me retó: “Diga una palabra y me precipito”. Si usted hubiese dicho esa palabra, me hubiera lanzado al abismo. ¿Puede usted dudar?

DE TU ARTE A MI ARTE, PREFIERO MI ARTE

¿A qué estará dedicado este blog? Será quizás uno más del montón. Un blog donde pondré lo que me gusta de cierta lectura. Pondré frases, párrafos de libros que voy leyendo con el paso del tiempo, sin ánimo de ningún lucro. Quizás haya pensamientos míos incluidos rara vez.